lunes, mayo 07, 2007

UN sueño con olor a mar


Hoy desperté de un sueño profundo, el culpable fue una ráfaga de viento, me acomodé un poco y ahí estaba: el mediterráneo, no fui la única, varios se despertaron conmigo, con una leve sonrisa un poco dormida y atine a abrigarme, saque un chalequito de mi bolso (que no deja de sorprenderme que siga al lado mío), la playa estaba llena, salió el sol por una horas después de las últimas lluvias de primavera, la ráfaga fue el primer aviso de que aún no estamos en verano, un par de horas después comenzó a llover, fue un buen sábado para conocer la Barceloneta.
La playa más que arena es un poco de tierra que rellenan cada temporada porque cada invierno el mar se la lleva, claramente como muchas ciudades costeras, el ciclo del agua ha sido totalmente intervenido con la excesiva impermeabilización del suelo urbano, hasta perder temporalmente uno de los espacios naturales que mas nos alegra muchos, arena, mar y sol. Nadie se bañaba (bueno quizás unos 10 en cientos metros) para eso están las duchas porque por lo que me han dicho, y que prefiero no corroborar por mi misma, en esas aguas te puedes encontrar con cualquier “cosa naufraga”.
Parese que siempre es una cosa por otra, un borde costero impresionablemente urbanizado, con instalaciones públicas-sanitarias, suficientes y de calidad, espacios de ocio para todos los gustos, recorridos para todo tipo de transportes no motorizados (peatón, peatón con rollers, patinetas, bicicletas, bici-carros, sillas de ruedas, coches, y un par de híbridos que no se ni como se llaman) a costa de arena terrosa y aguas contaminadas. Por lo menos “se supone” que ahora estamos en un proceso de cambio, en cuanto a que se reconoce, la importancia de cuidar, proteger y valorar los recursos naturales y el medio ambiente, e incluso se crean estrategias de rescate a ciertos ciclos naturales interrumpidos, como por ejemplo, el ayuntamiento de Cataluña tiene una estrategia de cambiar el tipo de suelo impermeable de espacios públicos a otros de tipo permeable, espero que ya no sea demasiado tarde para estas aguas y suelos.
Al mismo tiempo, al otro lado del planeta, el gobierno de Chile aprueba el proyecto Pascua Lama dando la autorización a que se pierda una importante reserva de agua del país, como son estos maravillosos glaciares sobre el yacimiento de oro.
No hay justificación económica ni política. Como no somos capaces de aprender de la experiencia de otros países ciudades y pueblos que hoy añoran, por ejemplo, una Barceloneta limpia y con arena real. Y el desarrollo sustentable que tan comúnmente les oímos en sus discursos a las autoridades del país. ¿Dónde está?
PD:Que extraño es el comenzar a escribir con alegría y terminar con rabia.

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