jueves, septiembre 29, 2005

días como hoy

Hay días en que todo el mundo te marea, te molesta y lo único que buscas es la soledad, la compañía con la única persona que te conoce bien, tu mismo. Generalmente esos días son tranquilos, hasta felices. Un buen día para vestirse de negro.
Hay otros que no quieres estar solo, que de las mismas personas que escapaste necesitas palabras, risas o simple compañía, esos días son distraídos, risueños, hasta felices. Un buen día para esperar un piropo.
Pero los más extraños días son los que necesitas compañía pero la rehuyes, quieres que te conversen y te hagan reír, pero contestas con monosílabos, quieres que sientan lástima por ti, pero esquivas la mirada para que no sepan lo que estas sintiendo, quieres un beso, pero corres la cara. Un día como hoy no hay pinta ni música que haga juego. El día probablemente será largo, hasta infeliz.

Hasta mañana.

lunes, septiembre 26, 2005

Digueñes,solo (con) un pequeño remesón


En general sigo mirando el lago todos los días, disfrutando del lejano y característico “Mocho-Cho”* a lo lejos, pero bueno, “el hombre es un animal de costumbre” dicen por ahí, y a veces se me olvida valorar mis días aquí en el sur.
Menos mal que siempre ocurren ciertos eventos que me hacen sonreir y difrutar. ELlfin de semana descubrí algo que estuvo en el aire, entre conversaciones de pueblo, desde la semana del 18 y que no le había prestado atención: la palabra “Digueñes”, en realidad mas que una palabra es un fruto, no! en realidad es un honguito, principalmente se come de ensalada, es como “un champiñón pero mas rico” (así me comentaron)… la verdad es que lo “pesque” mucho pero sin querer caminando por ahí entre medio de hualles el fin de semana, afortunadamente iba con hambre y aparecieron!



Por fin probé los famosos digueñes, son riquísimos, pero más que el sabor propio es el “evento completo” el que uno realmente saborea.




Es el descubrirlos, entremedio de las ramas, cosecharlos, saltando o escalando, tirándole algo para zamarrear la rama, observarlos, entre tus dedos, y finalmente comérselos, y disfrutar, como digo, más que el sabor, del evento, la delicia de alimentarse directamente de la naturaleza y con nuestras propias manos, tal cual como se hace desde hace siglos.

* abreviativo para los amigos del Volcán Mocho Choshuenco. 2422 mts. Precordillera Panguipulli.


Les debo una foto tomada por mi, es mucho mas linda..jeje..tengo que revelarla :S


Aca va la foto prometida:

Parque en Neltume, 50 Km de Panguipulli

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jueves, septiembre 22, 2005

pensamientos post-dieciocheros

La gran pregunta de hoy… ¿Qué hiciste pal 18?...muchas veces dentro de la respuesta va un…hoy me pongo a dieta.. la pura verdad.. ¿Quién no se lleno la panza el fin de semana? … me retracto un poco de mi pregunta pero voy a ser optimista… Ojalá todos los chilenos…
No puedo decir que el dieciocho me tomo por sorpresa, porque los ensayos del desfile por la calle principal me lo recordaron TODA la semana, lo único que quería es que llegara el viernes, porque los sonidos de platillos y tambores me tenían las neuronas bailando e imposibilitadas de trabajar, en fin… junto con la danza neuronal, también me entretuve mirando e instalando adornitos diciocheros, guirnaldas, banderas, copihues. Todo iba viento en popa. La carne estaba encargada y las empanadas también, la gallina pa´ la cazuela del 19 estaba gordita comiendo granitos.
¿Que nos pasa para el 18 a los chilenos?…ok.. mmm...veamos..., quitémosle los adornos a nuestra festividad y vayamos al callo, o al meollo, como quieran:

Guardemos los adornos diciocheros: blanco, azul y rojo, se recogen; el aguinaldo (que lamentablemente no todos recibimos) ya no se paga. El feriado tampoco cuenta, porque el 19 cayó Domingo. ¿Que nos va quedando? … la música no vale porque ya la cueca casi no se escucha. ¿Que sigue siendo igual desde 1810?
Simplemente la celebración. La celebración de que por primera vez nos sentimos libres de ser chilenos, y como una celebración en Chile siempre va relacionada con comida bebida y familia, nuestro dieciocho es eso: tomatera y comilona en la casa de algún pariente. De los abuelos, del tio Pepe, de la Anita, del vecino, del quien sea, lo importante es que haya lugar para todos.

Entonces, pongámosle a nuestras Fiestas Patrias nuevamente los adornos: una mesa más grande de lo habitual, ojalá al aire libre, o por lo menos el aperitivo en el jardín, con un par de quiltros, mirando la parrilla, el asador explicando su teoría al respecto de cómo hacer un buen asado, mujeres haciendo ensaladas, empanadas dando vuelta, musica a-doc de fondo: rancheras obviamente, y de todas maneras: carne, mucha carne y trago, copete, mucho alcohol, pisco sour, chicha, vino, piscola, roncola, wisky, todo vale para celebrar , horario: ninguno, limites: tampoco, risas: muchas,… abrazos, besos, copuchas, historias, cañas y siestas. Todo apatotado y en exceso, celebrando hasta el ultimo minuto, porque de aquí…hasta el año nuevo! (como dice un amigo por ahí)