martes, febrero 06, 2007

Rumbo a (la) Niebla.

Los Hemos visto pasar muchas veces, de negro con sus pañuelos y flecos al viento, muchos con sonrisa escasa y expresión ruda.

Una vez dentro todo cambia. Como muchas veces he pensado no hay mejores momentos de alegría que los que vienen de improviso. Sin saber que iba a hacer el resto de mi de semana sola en Valdivia. Un llamado telefónico lo dispuso todo. La noche del domingo tuvo su gloria camino a Niebla dos camionetas y 8 choppers, atraían las miradas del tráfico al borde del Rio Valdivia. En el asiento de atrás, en una de aquellas maquinas iba yo, sonrisa al viento, como invitado de piedra en un paseo que no era mío, con gente que no conocía agarrada de la cintura del Leo. Pendiente del camino y del paisaje, pero antes que nada de mi rostro reflejado en el espejo retrovisor. Que risa! Una buena aventura, cosas que no se olvidan. Gracias Pistones.

No hay comentarios.: