El toc toc los acompaña a cada paso,
aunque seguramente ni lo escuchan,
.. a si como dejas de escuchar el rac rac del tren,
cuando llevas ya un rato mirando por la ventana.
El calor de sus brazos entrelazados mientras caminan
es suficiente para olvidar el frío
No importan las vitrinas cerradas de Providencia,
poco les afecta la calle vacía,
palabras o silencios son valorados por igual,
viviendo cada uno su propia oscuridad,
comparten la libertad del momento,
sin temores, acompañados del toc toc de sus bastones,
un domingo en la tarde
los proclamo: dueños de la calle.
sábado, noviembre 04, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario